1967…Sólo 16 años

Posted in General on diciembre 23, 2008 by notianza

bebe-dadyAbrí los ojos al mundo circundante el mismo año que los abrió a la inmortalidad: Ernesto «Che» Guevara.

Una coincidencia histórica, que a pesar del Che, a mi me marcaría mis futuros 16 años y el resto de mi vida adulta.

¿Es posible que en un mundo que destroza colectivos de carne y hueso, una luz (con la piel de los inmortales) se haga carne en la entrega a sus semejantes?

vietnam-guerraEl hombre nuevo deberá ser escoria de lo viejo para que de su entraña se pueda parir vida: El legado del Che es la esencia misma del desafió de los mortales. Vivir en un mundo de todos o construir el mundo de la soledad como estandarte.

Claro que cuando abrí mis ojos no tenía ni idea de los «maravilloso que es vivir entre mortales». Mi país es de esos lugares que te mantienen vivos a pesar de la muerte como bacteria que se esparce.

Joaquín Sabina, ese juglar de lo cotidiano, dirá: «Argentina es maravillosa porque aquí vivo la locura de no saber que pasará al otro día. En Europa se vive la paz de los cementerios…»

Y para no dejar que abra los ojos solamente, escribirá «1968» para ubicarme en el mundo:

Aquel año mayo duró doce meses
tú y yo acabábamos de nacer
y un señor muy serio moría del disgusto
en la primera página del ABC
los claveles mordían a los magistrados
París era un barrio con acordeón
Marx prohibió a sus hijos que llegaran tarde
a la dulce hoguera de la insurrección
la poesía salió a la calle
reconocimos nuestros rostros
supimos que todo es posible
en 1968
Jean Paul Sartre y Dylan cantaban a dúo
jugaban al corro Lenin y Rambo
los relojes marcaban 40 de fiebre
se hablaba de sexo en la empresa Renault
dos y dos ya nunca más sumaron 4
sufrió mal de amores hasta Degault
en medio de Praga crecían amapolas
como un reto rojo al gris hormigón
la poesía salió a la calle
reconocimos nuestros rostros
supimos que todo es posible
en 1968
Pero no pudimos reinventar la historia
mascaba la muerte chicle en el Vietnam
pisaban los tanques las flores de Praga
En México lindo tiraban a dar
mientras Che cavaba su tumba en Bolivia
cantaba Masiel en Eurovisión
y mi padre llegaba puntual al trabajo
con el cuello blanco y el traje marrón
si ahora encuentro aquel amigo
leo en el fondo de sus ojos
que ya se secaron las flores
de 1968.

Los cuadros hicieron huelga en los museos
París era rojo, San Francisco azul
un vagabundo fue elegido alcalde
y la Sorbona estaba en Catmandú
sobreviva imbécil! es el rock o la muerte
beba coca-cola, cante esta canción
que la primavera va ha durar muy poco
que mañana es lunes y anoche llovió.

si ahora encuentro aquel amigo
leo en el fondo de sus ojos
que ya se secaron las flores
de 1968.

(*) Sociedad y cultura en los años 60 y 70: Doc.PDF

(*) La infancia en la Argentina de los 6o: Doc. PDF (Sergio A. Pujol)

(*) Una década argentina 1966-1976: Doc. PDF

Sólo pasaron 16 primaveras entre el Mayo del 68, la partida de Ernesto, y la revolución a la vuelta de la esquina.

Me acunaba el «Yesterday» de John y Paul, las ganas del regreso de Perón, y el Renault 12 para darme una vuelta a las ilusiones.

Mis compañeros eran compañeros, y los «tres chiflados» sólo locos lindos que disfrutaban de la risa.

La mentira era una palabra que significaba «contra la pared», y la palabra «liberación» significaba «contra el paredón».

Los hombres de azules cuidaban por nuestra seguridad, y los de verde por la seguridad de ellos: Entre ambos colores mis viejos pintaban paredones con colores rojos y negros.

Mi educación era la de los lápices de colores en cartuchera de cuero. La de mis hermanos, se llamó: «La noche de los lápices».

La vida en mi país no es la paz de los cementerios europeos. Pero Europa nos dio vida preguntando por nuestros ausentes.

Construí  mi  adolescencia con el adolecer de los hipócritas. Un desafió que esperaba por la oscuridad de aquellos que encerraron a los amados.

Amar fue la consigna de guerra: Lo demás se llama especie…

 

1983…Primavera

Posted in General on diciembre 20, 2008 by notianza

dictadura-represionHabía noches que las imagenes se parecían a esas películas en blanco y negro del cine mudo. Las escenas se repetían y multiplicaban en latidos: Los golpes en la puerta, mi madre que me abrazaba, la risa escondida de mi hermana, el rostro de terror de mi abuela, los golpes más fuertes todavía, el sonido de llantas que raspaban el asfalto, y la puerta que resistía a las patadas…y a las culatas de los FAL…que golpeaban…golpeaban…golpeaban…

Democracia es la única palabra que suena a «gente apretada». Escucho a Silvio Rodriguez, a lo lejos, y su tema «la masa» lo explica mucho mejor que mis palabras…

si no creyera en quien me escucha
si no creyera en lo que duele
si no creyera en lo que quede
si no creyera en lo que lucha

qué cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores resplandores
qué lucecitas montadas para escena

qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera

un testaferro del traidor de los aplausos
un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
júbilo hervido con trapo y lentejuela

qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera.

Atrás había quedado la oscuridad de un otoño de muerte. Era la posibilidad de gritar primavera con el florecer del alma: Uno a uno se agolparon los momentos de rostros sin nombre, y uno a uno fuimos gritando sus nombres.

(*)  «Proyecto Desaparecidos» en Argentina (Link)

(*) La Dictadura Militar (1976-1983): Doc. PDF

(*) Derechos Humanos, política, deportes, en Dictadura: Doc. PDF

La primavera volvía a ser una estación climática de un país que había vivido gris y en eterno invierno. Eramos la semilla de aquellos que habían sembrado utopías.

Eramos hijos de la Dictadura, pero huerfanos de padres. Ellos habían desaparecido al compás de marchas militares. Un libro de Paula Guitelman, graduada en Comunicación, docente e investigadora, denominado: «La infancia en Dictadura»  lo reflejará como fotografía:

«…Si la primera tapa de Billiken (1919) fue la estampa de un chico despeinado y embarrado en el potrero, para la segunda mitad de los ‘70 desaparecen las barras de amigos y ganan las imágenes individuales, donde el cuerpo se presenta como máquina. “Por eso elegí para la tapa del libro la imagen de una muñeca que muestra los engranajes de un grabador. El ser humano es una máquina que puede reír, llorar y, en letras chicas y como dicho en voz baja, que también cuenta con un mecanismo de reproducción, como para que nadie pregunte demasiado”, sonríe la autora. Además, cuando se habla del control de la salud siempre aparece bajo metáforas bélicas: “guerra contra las caries”, “disparen contra la gripe” o las vacunas “veneno contra veneno”. La idea de extirpar lo disfuncional se hace presente hasta en el consultorio del pediatra…»

(*) Nota completa del suplemento RADAR de Página 12 (aquí)

Desde el inicio de aquella primavera es que no tengo más pesadillas. Pasaron varias estaciones, y los golpes de las culatas de los FAL, ahora son el sonido de la puerta abierta cuando mis hijos regresan de bailar.

La Democracia es también a veces una dulce melodía. La voz del querido León Gieco que se cuela por la inmensidad de los espacios que ya no están vacíos.

Aprendimos a guardar el dolor en el fondo de lo desconocido: Y es allí, donde queremos vivir, sin olvidar.

Por las primaveras que vendrán…por «la memoria» que se empecina a no ser «desaparecida»…

(*) Estudio sobre la Democracia Argentina: Doc. PDF

(*) Fuentes en diarios Clarín, LA Nación, YouTube, Google.Doc, Archivo Nacional…

1989…Escuchar el zumbido

Posted in General on diciembre 20, 2008 by notianza

pasillo-facultadHabía dejado de caminar por los pasillos de la Facultad de Derecho (General Roca-Río Negro) y, en la misma dirección, comenzaba a alejarme de la carrera de abogacía.

En un país de tantas injusticias ligadas a un poder judicial obsecuente del poder ejecutivo, de turno, o del poder económico: Sobran hombrecitos de traje oscuro que se tapan los ojos con anteojeras de bienestar…

zaffaroni1Eugenio Zaffaroni, hoy Juez de la SCJ (Suprema Corte de Justicia de la Nación), lo señalaba para que no quedaran dudas:

«…Hasta el día de hoy tenemos enormes segmentos de población marginada de la ciudadanía en toda la región. En el mundo central los derechos que se positivizaban, que se consagraban en las constituciones, eran producto de luchas. Un jurista del siglo XIX, Rudolf von Diering, dice que los derechos se consiguen con lucha, y después se despilfarran. Se despilfarran porque vienen otras generaciones que se olvidaron de la lucha, entonces se despilfarran como se despilfarra la fortuna que no se trabajó. Pero esa vivencia de Rudolf von Diering, que es cierta, ¿es la nuestra? Hay una ambivalencia, seamos sinceros, sobre los derechos y sobre todo sobre el respeto a las instituciones, a lo jurídico. Eso es resultado de una cultura que proviene de un proceso de colonización, de marginación planetaria. Uno se pregunta qué es América latina: ¿una unidad geográfica? ¿Culturalmente qué somos, qué tenemos en común? Yo creo que tenemos en común que, si agarramos al viejo Hegel, vemos cómo va dejando al margen culturas que él consideraba inferiores a la suya. Unos eran inferiores porque eran autoritarios, como los judíos; otros eran inferiores porque eran demasiado sensuales, como los árabes, y nosotros porque no teníamos historia; en la visión de Hegel, la historia empieza con la colonización. Pero todo eso que él va marginando a lo largo de la supuesta evolución, va llegando acá. Todas esas culturas vienen a parar a nuestra región o eran originarias de nuestra región. De modo que representamos la interacción de todas las culturas que se fueron marginando en la evolución del dominio planetario, en una extensión geográfica enorme y en una masa humana enorme, interactuando prácticamente en la misma lengua…»

(*) Zaffaroni habla de la problemática carcelaria en el país…

(*) Crisis de la justicia argentina y posible solución: Doc. en PDF

No fue el llamado de la naturaleza, el que con un seco golpe doblego la inercia de un país que caminaba entre las patillas cortadas de Menem y su lógica de mercado: El neo-liberalismo, como solución mágica de los pobres, generaba más injusticias que cualquier catástrofe climática de huracanes o terremotos.

Menem era sólo el instrumento, y nosotros «la carne picada» de las empanadas. Nos deglutieron entre el 1 a 1 de Domingo Cavallo, las valijas de Amira Yoma, el pasaporte de Monzer Al Kassar, y le alcanzó para llegar a ganar la primera vuelta en el 2003 ante Kirchner.

La memoria, es también una forma de flagelo organizado: Nos miramos en nuestro espejo miserable y sólo queremos vernos como San Francisco sin ojotas.

(*) El Gobierno de Carlos Menem: Doc. PDF

(*) Las privatizaciones del menemismo: Doc. PDF

 Ahora cuando recorro los pasillos de mi memoria, y pienso que Menem fue sólo un accidente de nuestra historia, tan exagerado como mi «lucha por una justicia independiente»: Queriendo estudiar «leyes» que sostienen poderes soberbios.

Es cuando pienso que nada es en vano. Todo tiene «un sentido» inexorable…

 Nuestro país que se esfuerza en cobijar delincuentes, nacidos desde sus entrañas o paridos en el extranjero, lo sabe desde hace muchas muertes. Para muestra sólo es necesario una década:

1- El gobierno de Carlos Menem gastó, en sus diez años en el poder, casi 3.400 millones de pesos—dólares de fondos reservados. Una cifra que, a pesar de su magnitud, no tuvo ningún tipo de control, según comprobó un informe pericial encargado este verano por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral.

2- Al asumir Menem el gobierno, los valores de desocupación y subocupación habían alcanzado picos históricos (8,1 y 8,6% de la población económicamente activa, respectivamente).

Luego de un período de lenta disminución (6,9 y 8,3% en mayo de 1992), el desempleo y el subempleo volvieron a crecer durante la crisis del Tequila, hasta alcanzar un pico de 18,4 y 11,3% en mayo de 1995, tras lo cual bajaron levemente hasta 12,4% y 13,6% en octubre de 1998.

Para el final de su gobierno, estas cifras eran de 13,8 y 14,3%. Contribuyeron al aumento del desempleo y el subempleo los despidos masivos en las empresas públicas privatizadas, la terciarización de actividades y las sucesivas medidas de flexibilización laboral.

3- Neil Armstrong, el célebre terráqueo que pisó la Luna por primera vez, voló unos 380.000 kilómetros para poder inmortalizar la frase de su vida: Es un pequeño paso para el hombre, y un gran paso para la humanidad.

Carlos Menem, en su afán por sumar un paso tras otro para dejar su propia huella de celebridad como Presidente, ya fue ocho veces a la Luna: esa es la distancia -sumada en kilómetros- que cubrió a bordo de aviones, en visitas de Estado y protocolares.

El dato es éste: en su década de gobierno, Menem voló más de 3 millones de kilómetros (ocho veces la distancia entre la Tierra y la Luna) para visitar 62 países, varios de ellos más de una decena de veces.Fueron 159 días ininterrumpidos (casi medio año) arriba de los aviones, en sus 195 viajes al exterior.Menem viajó tanto que podría haber completado 75 vueltas enteras a la circunsferencia del planeta.

4- Desde que Carlos Menem llegó a la presidencia, el nombre Emir Yoma (hermano de Zulema Yoma, su ex-esposa con quien llegó a la presidencia) no se pronuncia sino para comunicar escándalos. Fue acusado de cometer fraudes y sobornos, traficar influencias y aprovechar su poder para conseguir créditos con la banca pública.

Empezó los años 90 involucrado en el Swiftgate y los terminó negociando con el Estado un salvamento financiero para sus empresas, endeudadas terminalmente con la banca pública.

El tráfico de armas, el dinero sucio de campañas, los aportes y compra de medios de comunicación, el narco-tráfico, los ATN (aportes del tesoro nacional), los indultos a militares genocidas, la traición, el hambre….el zumbido se hacía insoportable.

Fue cuando dejé de caminar los pasillos de la facultad y comencé a ser «zumbido de moscardón» como diría el «Gabo» García Marquéz…

2001…Crisis y Utopía

Posted in General on diciembre 19, 2008 by notianza

vista-de-tiempoCuando recorro las calles de mi ciudad, es cuando me siento tiempo.

Un tiempo que vaga a la deriva.

Un tiempo de crisis y utopías.

Si el 17 de Octubre de 1945, fue el momento que se partió en dos a la historia argentina. En palabras de Raúl Scalabrini Ortíz, al momento de mirar el mar de rostros curtidos y manos gordas, que se dirigían a Plaza de Mayo: «El despertar del subsuelo de la patria sublevada…»

Con seguridad las manos pinceladas, y gruesas, del Gran Ricardo Carpani  fijaron el camino para  un mural de cuerpos de piedra y sudor…

carpani-ricardo-huelga

El camino empedrado de un sistema que no deja la felicidad compartida genera desigualdades. Y en pleno siglo XXI nace «una guerra de guerrillas» en el medio de las rutas argentinas:

Cuando Luis Ignacio «Lula» Da Silva señalaba -en época de campaña a la primera de sus presidencias- que «La tercera guerra mundial había estallado, y en lugar de bombas de neutrones, caían empréstitos del Banco Mundial o el FMI, provocando la muerte de niños desnutridos como soldados», no se equivocaba.
Si estuviéramos en los siglos que antecedieron a Cristo, con seguridad ellos serían la avanzada de las guerras colonizadoras.
Si estuviéramos en el mayo francés del 68, con seguridad ellos serían los estudiantes y obreros, en las barricadas, pidiendo «la imaginación al poder».
Si estuviéramos en la Cuba de Batista, con seguridad serían los barbados que bajaron de Sierra Maestra con Fidel y el Che.
El sistema que excluye a los que sobran, por no existir más las relaciones capitalistas que expuso Marx en su manifiesto «El Capital», ahora se asienta en la Globalización y en un neo-capitalismo sin división internacional del trabajo.
(*) Cortes de Ruta en Argentina 1993-97 (Documento en PDF)
(*) Cortes de ruta en la región neuquina: Doc. en PDF
corte-de-ruta-surLas puebladas de Cutral de los años 96 y 97, fueron la síntesis más acabada de esta realidad: «Los excluidos de la empresa estatal YPF (empresa estatal de hidrocarburos privatizada por Carlos Menem en su gobierno), solicitaban a base de un corte de la ruta principal nacional (Ruta 22), su inclusión al sistema que lo había eliminado».
Así nacieron los «subsidios por desocupación» (una limosna -en negro- del Estado como subsistencia económica) y el arquetipo que se conoció mundialmente como PIQUETEROS…
El método había dado resultado: Un corte que impide el libre tránsito a conciudadanos, que presionan junto a los demandantes al Gobierno, que está en la disyuntiva de reprimir o no la protesta social…
El sistema demócrata representativo muestra su cara descubierta y vacilante: No se puede anticipar a la conflictividad social porque la solución de la misma es la eliminación de aquellos que sobran y no pueden ser incorporados. Entonces cuando el tranquilizante de los subsidios no puede llegar a tiempo, se hace imprescindible la «represión policíaca».
Si la guerra tradicional (de alta y baja intensidad) sigue teniendo escenarios en Medio Oriente o Latinoamérica, y el Imperio (Nueva Roma) el mismo comportamiento: La mentira y la búsqueda del recurso natural (que le falta y necesita) en los países soberanos. Con seguridad, la reacción será siempre la misma: la búsqueda de una independencia como país en un sistema, que en este siglo XXI, eliminó la «división internacional del trabajo» y «El Capital» de Marx lo convirtió en un comic barroco.
La sumatoria de cortes de ruta en toda la geografía mundial, como puntos negros en el mapa de la exclusión neo-capitalista, nos abre el interrogante más profundo aún:
¿Si la democracia representativa no sirve como respuesta a la Globalización imperante, y vivimos una guerra mundial con más bajas que la sumatoria de las últimas dos en el siglo XX, como podremos vivir con excluidos que no pueden ni siquiera vivir de las sobras de los incluidos?
(*) La Argentina del neoliberalismo (PDF)
(*) Los planes sociales como alternativa a la pobreza (PDF)
Todavía escucho a los muchachos de «La Bersuit Vergarabat», y  «se viene el estallido» entre el empedrado de las calles de mi ciudad.
Un tiempo que se colaba entre las desdichas de «papeles y cacerolas» al compás de «neumáticos que escupían fuego y humo», mientras nuestros rostros se vestían de negro como la crisis.
Soñar con la utopía de colores como el arco iris era besar las ganas de los desafortunados del sistema.
Un año inolvidable para Argentina…que sigue empecinada en colarse por el empedrado de mis calles…
Escuchar: \»Se viene el estallido\» (Bersuit vergarabat)

2003…Se puede

Posted in General on diciembre 18, 2008 by notianza

Veo a mis hijos crecer, y aquella sensación de imposibles se asemeja a un cuento para niños.

de-la-rua-helicoptero¿Cuánto tiempo pasó del helicóptero que se llevó a un De la Rúa deprimido por no existir?

Aquél informe de Clarín era como si alguien nos vomitara en la nuca: Los Argentinos hemos crecido entre vómitos, y cucharadas de aceite de ricino.

El 2001 no se había retirado de la retina de nuestro destino, y queríamos ver lo que todavía no tenía forma.

Unos años atrás, siendo Gobernador de una provincia al sur de todo (Santa Cruz), entrevisté a un «desconocido» Nestor Kirchner, que llegaba a mi ciudad para conocer al peronismo neuquino.

¿Usted que es de los pagos de Cepernic, una suerte de Gurú de la política de Santa Cruz, no tiene ganas de ser candidato a Presidente?. Le pregunté, con un aire inocente, luego de estar estudiando «datos» de ese personaje que no conocía.

Kirchner, ni lerdo ni perezoso, me miro con mueca de por medio, y me dijo: «Me gustaría…aunque ahora sólo me conozca un 6%  de los argentinos…»

Un porcentaje que dejaría de ser bajo como su presencia en la política argentina…

Miro nuevamente a mis hijos, y sin esperar, que sus miradas me otorguen un «certificado de buena conducta», los miro con la distancia necesaria y les digo: «Su viejo…ama este país, sus miserias y alegrías. Quiere a este pueblo (por Zapala)  que lo cobijo salvando a sus abuelos de la Dictadura…

Es por eso que voy a volver a participar en política. Soy un militante de la vida, y me siento digno cuando ustedes sepan que «se puede…se puede…creer en el semejante»…

(*) Elecciones 2003 en Zapala  : «Con que ideas seducen los candidatos» (Diario «Río Negro»)

(*) Elecciones 2003 en Argentina: Wikipedia

(*) Elecciones 2003: Informe de la BBC de Londres

(*) Situación Argentina en el 2003: Informe  en PDF

kirchner-electo-2003

¿Cuánto se aleja el horizonte de «se puede» de aquél «Flaco como cualquier otro» que escribiera José Pablo Feinmann en la contratapa de Página 12 aquel 2003?

«El Flaco se llama Néstor, como el Presidente. También podría decirse –sin faltar a la verdad– que el Flaco es el Presidente, porque el Flaco, desde el domingo 25 de mayo de 2003, es el Presidente de este país en que todos estamos y también él; nosotros como ciudadanos, él como Presidente.

Pero cuando amaneció el 25 el Flaco todavía no era el Presidente. Le tenían que poner la banda, tenía que jurar, saludar a los granaderos, advertirles a los ministros que Dios y la Patria les iban a demandar algo que jamás le demandaron a nadie, así estamos. Entonces, volvemos: empieza el 25 y el Flaco todavía no es Presidente.

Para colmo, le hicieron una trampa muy fea, tan fea como podía hacerla el Gran Tramposo, que se bajó del ballottage y lo bajó al Flaco del 70 por ciento al que, cómodo, llegaba. Porque el Flaco, además de Flaco, es alto, de modo que puede llegar al 70 por ciento y hubiera llegado si no fuera porque el Gran Tramposo, que, entre otras calamidades, es muy petiso, no se hubiera bajado, pero se bajó y no hay quién no sepa por qué, el Gran Tramposo se bajó porque cuando sus Amos le dicen “Suba”, él sube, y cuando le dicen “Baje”, él baja, y esta vez le tocó bajar. Tanto, que ya ni petiso es. Tanto, que lo enterraron. Porque de un petiso podrá decirse cualquier maldad menos una: que no ocupa algún espacio en la realidad, que un cacho del ser no le pertenece, por menguado que sea. Al Gran Tramposo, en cambio, nada, tanto lo bajaron que ya no se lo ve. Y creo que somos muchos los que queremos que siga así: ausente de la realidad durante algún tiempo. De aquí a la eternidad, digamos…»

(*) Aquí esta el editorial completo de Página 12…

2008…CRISTINA

Posted in General on diciembre 16, 2008 by notianza
La memoria es, a veces, como una ventana que se abre, de golpe, por la furia del viento.
No es una brisa que embriaga tu alma. Es un huracán que busca respuestas en el medio de la nada.
Allí la veo…en el televisor del estudio de la radio, y sospecho que su belleza empieza a ser usada por la inexorable necesidad de los años: Ella se rebela y se coloca artificios como fuegos artificiales.
No importa…sigue siendo bella y rebelde.
Es la misma que recuerdo con su mirada de niña asustada, que sospecha que va camino a ser mujer. Es la joven que espera por las notas en su libreta. Es la misma que no se resignaba a ser olvidada.
Evita tenía su rebeldía en su pelo. Cierro la retina de mi memoria, y veo la foto más divulgada por la JP (Juventud Peronista): Es bella como el fuego que la quema…lo habrá sospechado siempre ?.
El anuncio de un «mega plan de obras públicas» es una vieja costumbre de los gobiernos, de turno antes de fin de año.
La Democracia que supimos conseguir se empecina en no dejar las viejas mañas de su entrañas: La política es el arte de lo posible y la continuidad de los imposibles.
Un trabajo «multimedia» del diario Clarín, me lo recordaba el otro día…
(*) Click aquí  para ver el informe «multimedia»

Hay días en que el país…nuestro país se nos hace piel y desdicha.
Eduardo Galeano, ese eterno contador de verdades, se lo decía a Jesús Quinteros (El perro verde) no hace mucho tiempo atrás en su programa: «Yo dudo de los optimistas…el optimismo de verdad se nutre del pesimismo…»

Pero este dolor de la memoria, es el pesimismo del amor. Juan Gelman, ese poeta de las entrañas, nos decía:
«Se debe hablar claro, y no de la claridad.
Se debe hablar enamorado y no del amor…
Se debe hablar libre, y no de la libertad…»
Y Juan sabe de la búsqueda de la memoria. Su negación del olvido, le devolvió a su nieta, junto a la digna sepultura de sus hijos queridos…
(*) Audio de Gelman cuando lee: «Yo también escribo cuentos»
Pienso en aquella sentencia que señala: «La vida es cíclica…y siempre vuelve a repetirse…». Juan y Cristina se cruzaron en una Argentina alejada de aquella que vivieron en la década del 70.
Aquella Argentina marcaba una realidad de utopías, violencia, dictaduras, muerte y militancia. Su desarrollo económico no se escapaba de esa realidad:
1 – Informe de Ecoline.com sobre aquellos años (PDF)
Eran los años de la «Revolución a la vuelta de la esquina». Y los caminos de ambos, tendrán un común denominador: «Las formaciones especiales que luchaban por el regreso de Perón…»
1- Informe sobre «organizaciones militantes de la década del 70» (PDF)

Mis ojos se detienen en estos dos personajes de nuestra historia reciente. Veo de reojo el espejo, y me devuelve algunas canas que no desnudan sonrisas oportunas.
Mi vida, podría ser también esa cara de sorpresa adolescente de Cristina en la etapa universitaria, o el empeño de la dignidad de Juan Gelman peleando por la búsqueda de sus seres amados.
Soy periodista por aquél artículo que escribí para el «día del periodista», y que significó una suave brisa de la memoria:

Me veo sobre los hombros de mi padre, que me levanta lo más alto posible, para poder ver entre la multitud.
Corría el año 72, y la sonrisa de aquél hombre al que llamaban «El Tío» fue lo que se petrificó en mi memoria.

¿Por qué sonreía con tanta ganas aquél señor?

Me veo de la mano de mi madre ingresando a un barrio de barro, entre el humo de la niebla abundante, y niños como yo con rostros embarrados.

¿Por qué hay niños con rostros embarrados y pancitas grandes en cuerpos delgados?

Me veo en medio de gente alegre, con bigotes grandes, con pelo largo, vinchas de colores, y minifaldas con flores. Todos gritan lo mismo en medio de la calle, y levantan carteles con la foto de ese hombre.

¿Por qué tantos amigos de mis padres son capaces de dar la vida por ese señor?

¿Es posible ser capaz de dar la vida por alguien ?

Me veo con mi boca tapada, por las manos de mi madre, junto a mi hermana, en silencio, mirando por la ventana. Mi madre me habla con voz baja. No quiere que escuchen lo que decimos los hombres que están afuera.

¿Por qué esos señores vienen a buscar a mi mamá por la noche?

¿Por qué me tapa la boca?

¿Por qué me dice que nos vamos de casa a dormir a la casa de mi Tía?

Me veo frente a una puerta grande, de la mano de mi madre, con una bolsa que contiene una tarta. La puerta grande se abre, con un ruido que parece que sale del fondo de una cueva.

Mi padre aparece con una sonrisa y vestido con un suéter negro. Sus amigos, que no son los que gritaban, le dan palmadas en la espalda.

Mi padre sonríe, y me regala un barco de madera, que construyó con su cortapluma.

¿Por qué mi padre está con tantos amigos sin poder salir de esa cueva?
¿Por qué mi padre me besa mi rostro, y el de mi hermana, entre miradas de señores de lentes oscuros?
¿Por qué mi madre llora después de ver a mi padre?
Me veo jugando con mi amigo de la esquina, en el medio de su patio. De repente mi amigo ya no está conmigo.
Ahora son mis vecinos que me levantan, como si algo se quemara y estuviera en peligro.
Me veo tomando una chocolatada, con galletitas dulces, entre el murmullo de mis vecinos.
Me veo durmiendo al lado de mi abuela. Siento que estoy en paz.
¿Por qué no veo más a mi amigo de la esquina?
¿Qué dicen en sus murmullos mis vecinos?
Me veo sentado entre las rodillas de mi padre, que tiene una sonrisa más grande que cuando estaba en esa cueva con sus amigos que no gritaban.
Me veo durmiendo en nuestro auto, junto a mi hermana, llegando a una ciudad fría.
La veo a mi madre feliz, pero siempre mirando a los costados.
¿Por qué si mi madre es feliz mira tanto de costado?
¿Por qué ahora dormimos en esta ciudad que es tan fría?
¿Por qué mi padre me dice «sobrevivimos»?
¿De qué nos salvamos?
Por un instante, y entre mi vista que se nubla como el humo de aquel barrio de barro, dejo de escribir. Son apenas segundos que se multiplican en imágenes de mil colores:
Allí está el azul del nacimiento de mis hijos, entre el rojo de la quema de neumáticos de Septiembre de 2001, y algunas cartas documentos de funcionarios gubernamentales.
Allí está el amarillo del rostro de mi abuela que se jactaba de tener un nieto periodista. «Dejate de joder, que es peligroso…», me repetía una y otra vez, cuando las amigas del Club de Jubilados le contaban del enojo de los gobernantes.
Allí está el celeste de las manos de mi madre, cuando me seba un mate, y como cielo mira al hijo que ahora es padre.
Allí está el bordó del vino tinto, contenido en esa copa que se levanta. Es el brindis de mi padre porque supimos sobrevivir al color negro de esa noche trágica.
Allí está el azul profundo de mi compañera de vida. Su sudor como arcoiris, y su sonrisa como serena melodía.
Allí están los eternos interrogantes ahora hechos profesión.
Necesidad de sabernos «un zumbido de moscardón» que molesta pero no mata.
Ser libres del poder, por el poder de decir sólo la verdad.
Nacer con preguntas y dejar preguntas para cuando ya no preguntemos.
Sólo así podremos ser fiel a nuestro destino que nos mira de reojo, y nos empuja al abismo de la entrega.
Una entrega de pasión a la que llamamos periodismo.